El verano no es solo una estación. Es una llamada a parar, desconectar del ruido y reconectar con lo que realmente importa: el descanso, la naturaleza, el mar, el tiempo en pareja o con uno mismo.
Y no hay mejor manera de hacerlo que escaparse a un destino paradisíaco donde lo único que tengas que decidir sea: ¿playa o piscina?
En esta selección te presentamos 10 lugares de ensueño donde el paisaje lo pone el destino y la experiencia, los hoteles BlueBay Resorts. Porque si vas a regalarte unos días de desconexión, que sea a lo grande: todo incluido, servicio impecable y vistas que recargan el alma.
Aquí tienes nuestras recomendaciones imprescindibles para este verano:
1. Riviera Maya – México
Un clásico que nunca falla. Arena blanca, aguas cristalinas, ruinas mayas, selva, cenotes y atardeceres que parecen irreales. La Riviera Maya es ese lugar que combina naturaleza, cultura y placer a partes iguales.
¿Dónde alojarse?
El BlueBay Grand Esmeralda es un resort 5 estrellas en primera línea de playa con todo lo necesario para desconectar: piscinas infinitas, spa, restaurantes temáticos, habitaciones con terraza privada y un entorno de película. Ideal para parejas y familias que buscan algo más que un simple hotel.
2. Puerto Plata – República Dominicana
En la costa norte de República Dominicana, Puerto Plata combina playas vírgenes con un ambiente relajado y alegre. Ideal para quienes buscan sol, cultura caribeña y desconexión real.
¿Dónde dormir?
El BlueBay Villas Doradas es un hotel solo para adultos, perfecto para viajes en pareja. Todo incluido, habitaciones con bañera de hidromasaje, clases de cocina local, spa, camas balinesas y un ambiente íntimo y sofisticado para descansar sin interrupciones.
3. Gran Canaria – España
Paraíso sin salir de España. Gran Canaria ofrece playas extensas, paisajes volcánicos, pueblos con encanto y temperaturas veraniegas todo el año. Un destino que mezcla naturaleza, cultura y buena vida.
Tu refugio ideal es el BlueBay Beach Club, situado en la tranquila zona de San Agustín. Apartamentos amplios con vistas al mar, piscina tipo laguna, gimnasio, restaurante y un entorno perfecto para descansar lejos del bullicio turístico. Ideal para quienes valoran la libertad y la comodidad en sus vacaciones.
4. Mallorca – España
Sol, calas escondidas, pueblos de montaña, gastronomía mediterránea… Mallorca es mucho más que fiesta. Es una isla con mil rincones para perderse y desconectar de verdad.
Para quienes buscan un resort versátil y económico, el Bellevue Club Mallorca en Alcúdia es una gran elección. Cuenta con varias piscinas, restaurantes, bares, zonas deportivas y un entorno familiar junto al lago. Es ideal tanto para parejas como para familias que quieren vacaciones sin complicaciones, con todo al alcance.
5. Punta Cana – República Dominicana
Uno de los destinos más deseados del planeta. Punta Cana no necesita presentación: playas infinitas, palmeras, clima caribeño, ambiente relajado y una oferta de ocio variada para todos los gustos.
Ideal tanto para viajes románticos como para desconectar en familia o con amigos. Puedes practicar snorkel en arrecifes de coral, visitar la isla Saona o simplemente no hacer nada mientras tomas un cóctel en la playa.
Sus resorts todo incluido, muchos con zona solo adultos, spa y experiencias premium, lo convierten en un paraíso donde la desconexión está garantizada desde el primer minuto.
6. Costa Teguise – Lanzarote
Si buscas un destino diferente, alejado del turismo masivo, Lanzarote es tu isla. Volcanes, playas salvajes, arquitectura integrada con la naturaleza y una energía tranquila que te obliga a bajar el ritmo.
Costa Teguise, en particular, es ideal para quienes quieren una mezcla de mar, senderismo y visitas culturales. Puedes relajarte en playas como Las Cucharas, recorrer los paisajes del Parque Nacional de Timanfaya o visitar los Jameos del Agua.
Es una isla para los que quieren desconectar sin desconectarse del todo, con buena gastronomía, opciones wellness y un ambiente sereno que seduce sin esfuerzo.
7. Algarve – Portugal
El Algarve combina paisajes espectaculares, gastronomía deliciosa y un ritmo de vida lento que engancha. Sus acantilados rojizos, cuevas marinas, pueblos pesqueros y calas escondidas forman uno de los litorales más bellos de Europa.
Perfecto para escapadas en pareja, ofrece actividades como paseos en barco al atardecer, rutas por pueblos blancos o simplemente perderse por la costa. Si lo tuyo es el relax total, puedes pasar los días entre la playa y los chiringuitos, con el sonido del mar como único fondo.
8. Menorca – España
Menorca es probablemente la isla más tranquila del Mediterráneo. Declarada Reserva de la Biosfera, su litoral está repleto de calas vírgenes, aguas transparentes y senderos que invitan a explorar a tu ritmo.
Ideal para desconectar de verdad. Nada de estrés, nada de ruido. Solo mar, naturaleza y tiempo. Puedes recorrer el Camí de Cavalls, descubrir calas como Macarella o Trebalúger, y terminar el día en un chiringuito viendo cómo cae el sol. Si tu idea de paraíso incluye paz y autenticidad, este es tu sitio.
9. Madeira – Portugal
Un oasis verde en medio del Atlántico. Madeira es una isla de paisajes imposibles, acantilados de vértigo, piscinas naturales y senderos que atraviesan bosques húmedos y volcanes dormidos.
Es el destino perfecto si buscas desconectar de forma activa: rutas de montaña, avistamiento de delfines, paseos por Funchal y experiencias culinarias únicas. La isla ofrece una mezcla ideal de aventura y bienestar. Además, su clima primaveral todo el año la convierte en una opción segura incluso fuera de temporada alta.
10. Costa Brava – España
No hace falta coger un avión para encontrar paraísos. La Costa Brava, en Cataluña, es uno de los tramos costeros más bonitos de Europa: calas escondidas, pueblos medievales, acantilados y una energía mediterránea que enamora.
Puedes alojarte en casas rurales, hoteles con encanto o incluso pequeños resorts junto al mar. Lo importante aquí es el ritmo: pausado, natural, con tardes de vermut, paseos por Cadaqués o snorkel en calas secretas. Un lugar para reconectar con lo esencial y disfrutar sin artificios.
